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Vísperas de Semana santa, año 2003. En Buenos Aires se reestablece el espíritu de organización y lucha que había surgido tras la caída del gobierno de de la Rúa: asambleas populares, vecinos, estudiantes, organizaciones de desocupados, sectores de trabajadores, artistas y partidos políticos. A las obreras de Brukman las han desalojado con un operativo de más de 200 policías, camiones y tanques. Todos participan para lograr la recuperación de la fábrica. Luego de varias negociaciones que resultaron estériles, las obreras, apoyadas por miles de personas, derriban las vallas policiales. La represión es violenta y se transforma en cacería. Este hecho, lejos de ser una derrota, redobla y fortalece la consigna de todos: Brukman es de los trabajadores. |
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